Con la
llegada de la Navidad, el pueblo de Mazagón, transforma cada año los
alrededores del Faro para recrear un portal de Belén
viviente que hace las delicias tanto de los visitantes como de los propios
habitantes del pueblo.
La recreación
del portal de Belén reproduce el ambiente típico del nacimiento de Jesús en la
antigua Palestina. Cuando se entra, el visitante puede contemplar cómo trabajan
el cestero, el alfarero, el carpintero, o una señora asando castañas ante el
fuego y otra haciendo migas.
Puestos, lavanderas,
posada, huertos y un pequeño estanque, entre otros espacios, además de
borregos, patos, conejos, y burros que ayudan a plasmar fielmente la
ambientación y el espíritu de aquellos momentos históricos, y como no, los
camellos, atractivo especial para los niños, convirtiendo la visita del público
en una agradable experiencia.